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La familia en el plan de Dios

La familia es una idea maravillosa de Dios, no una invención humana. Cada miembro tiene un rol específico que cumplir, y cuando estos roles se distorsionan, se produce maldición en lugar de bendición. La familia juega un rol crucial en la sociedad; una familia destruida resulta en una sociedad destruida. La importancia de la familia en el plan de Dios es fundamental para la estabilidad y prosperidad de la sociedad. 

Deuteronomio 6:4-9 (ESV): “Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy estarán sobre tu corazón. Las enseñarás diligentemente a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos. Las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas.”

El impacto de la ausencia del padre

Un padre ausente deja a un hijo sin identidad, provisión y seguridad. Esto se refleja en la violencia y la desobediencia que vemos en la sociedad. La falta de un modelo a seguir en el hogar lleva a los hijos a buscar identidad en lugares equivocados, como la drogadicción y la delincuencia. La presencia y el liderazgo del padre son esenciales para el desarrollo saludable de los hijos y para la estabilidad del hogar.

Salmos 68:5-6 (ESV): “Padre de huérfanos y defensor de viudas es Dios en su santa morada. Dios hace habitar en familia a los solitarios; saca a los cautivos a prosperidad; pero los rebeldes habitan en tierra seca.”

 La distorsión de roles en la familia

La industrialización cambió la dinámica familiar, obligando al padre a trabajar fuera del hogar y dejando a la madre con la responsabilidad de enseñar a los hijos. Esto ha llevado a una distorsión de roles, donde las mujeres han asumido roles que no les corresponden, y los hombres han abandonado su responsabilidad espiritual. La restauración de los roles adecuados en la familia es crucial para la salud espiritual y emocional de sus miembros. 

Efesios 5:22-25 (ESV): “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella.”

La mujer como ayuda idónea

La mujer tiene un rol crucial en la familia, pero no debe asumir el rol del hombre. La falta de visión y dirección en los hogares ha llevado a un desenfreno total. La historia nos muestra que las sociedades fuertes y prósperas se basaban en familias unidas y funcionales. La mujer, como ayuda idónea, complementa y apoya al hombre en su liderazgo espiritual y en la crianza de los hijos. 

Proverbios 31:10-12 (ESV): “Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas. El corazón de su marido está en ella confiado, y no carecerá de ganancias. Ella le da bien y no mal todos los días de su vida.”

El poder de la oración y el ayuno

Sentimos una carga especial por los jóvenes y los niños. Invitamos a la congregación a unirse en un ayuno para orar por la sanidad y restauración de nuestros hogares. Dios es experto en hacer de las ruinas una edificación completa. Aunque nuestras familias puedan estar quebrantadas, Dios puede restaurarlas. La oración y el ayuno son herramientas poderosas para buscar la intervención divina y la restauración de nuestras familias. [34:35]

Isaías 58:6-7 (ESV): “¿No es más bien el ayuno que yo escogí: desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes metas en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?”